La carta

Recuerdo que muchos días solo podíamos discutir, claro, como no si pensamos tan diferente, y es que tu con tu carácter y tu ofensiva manteniendo el "yo siempre tengo  la razón" es difícil progresar, pero yo sigo aquí. Se que no lleno las expectativas construidas, pero tu tampoco las mías, ¿Te digo por que?... no somos perfectos, no puedo representar a esa damisela de la alta sociedad, me conoces, sabes como soy, sabes que los domingos el amor de mi vida es mi cama y la calle no sabe de mi, sabes que fumo como histérica y que la cafeína se ha vuelto parte de mi dieta, sabes que en esa habitación  en donde esta la computadora esta mi mundo alterno, si, ya sabes cual, ese en el que me pierdo por horas tan solo tecleando alguna loca idea o aventura en un documento office, sabes que a veces solo apago el mundo a mi alrededor escuchando música y aunque los vecino de abajo te reclaman me sonríes por que sabes que lo necesito para no saltar por la ventana. Pero yo también te conozco a ti y por eso te acepto y no niego que en ocasiones rechino los dientes, se que no puede haber mi un plato fuera de su lugar y que no debo hablarte cuando miras tus programas, se que fumas mas que yo, claro, de donde crees que saque el vicio, se que te preocupas y hasta te enojas cuando me lastimo, pues no te he salido gratis, se que me tienes presente todo el tiempo y piensas en ocasiones que hago mal en aislarme tanto de la gente, se que no te pierdes la novela de las ocho que que te encantan las palomitas de maíz, se que te preocupas por mi tanto como yo por ti.

¿Te he dicho últimamente que te quiero?

Conozco la respuesta, se que no, y se que mi mundo ahora ocupa mucho tiempo, entre los amigos la escuela y mis aventuras he olvidado que sigues aquí, pero ¿Sabes? no es necesario que lo diga por que tu lo sabes, siempre te tengo presente, y creo que es justo que lo diga para que lo entiendas:

Te quiero mámi, siempre te querré